Por Claudia y David.
La alfabetización ha dejado de ser vista como una simple transmisión de una técnica instrumental, realizada en una institución, ha innovado hacia la construcción de un significado y el de producir textos, más que el poder decodificar signos lingüísticos. Este debe ser un proceso mágico que encante a los niños, deben ingresar a ella a través de ésta, una magia cognitivamente desafiante, que sea consciente de su aprendizaje y del mundo nuevo que descubre al abrir su mente a la lectura y escritura con sentido, con la cual pueda producir textos según su interés y necesidad.Como investigadora Emilia Ferreiro ha demostrado que los niños piensan a propósito de la escritura, y que su pensamiento tiene interés, coherencia, validez y extraordinario potencial educativo. Hay que escucharlos.
Debemos entender como futuros docentes que los niños ya tienen un camino andado y ese camino no es irrelevante en cuanto a este proceso, vienen pensando desde hace un tiempo, que se interesan en la lectura y escritura porque se dan cuenta rápidamente de que es un objeto valioso del entorno y, curiosos como son, hacen preguntas y se interesan en todo aquello que ven que tiene valor para la sociedad en la cual viven, la cual es de una cultura letrada.
