viernes, 3 de diciembre de 2010

Noticia de la problematica de la comprensión Lectora

¿El fracaso de la comprensión lectora y el triunfo de la unidimensionalidad? Mauricio F. Rojas G.

Hace unos pocos días se publicó en el diario “La Tercera” un artículo que registró un hecho dramático. Durante el mes de marzo, y por primera vez en su historia, se aplicó a los alumnos de primer año de la Universidad de Chile, una prueba que medía Competencias Discursivas de Comprensión y Escritura (CODICE). El resultado de dicha evaluación arrojó un dato alarmante: el 84% de los evaluados obtuvo un nivel insuficiente de comprensión lectora. Esto quiere decir, que apenas pueden comprender e identificar información en textos expositivos y argumentativos. El desglose de ese 84% arroja que el 45% obtuvo sólo un nivel básico de desempeño, en tanto el 39% restante estuvo por debajo de ese nivel.
EA simple vista estas cifras son alarmantes, pues demuestran la paupérrima formación primaria y secundaria de aquellos más de 4.000 alumnos evaluados. Pero el asunto se torna más complejo a la hora de contextualizar e identificar quienes fueron medidos. En primer lugar, los que ingresan a la Universidad de Chile se incorporan, si no a la primera, a una de las mejores universidades del país. Para poder postular a esta Institución se requiere como mínimo 600 puntos en la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Recordemos que el mínimo para postular a alguna Institución de Educación Superior en Chile es de 450 puntos, y el máximo puntaje que se puede obtener en las diversas pruebas de selección es un poco superior a los 800 puntos. Quienes obtienen sobre 600 puntos son alumnos destacados en el mediocre medio educacional chileno. Como dato anexo cabe indicar que la mayoría (en torno al 80%) de los estudiantes que entraron este año a estudiar alguna carrera de Pedagogía en las universidades chilenas se matricularon con promedios inferiores a los 600 puntos. En el caso de la Universidad de Chile el promedio de puntaje de ingreso para este año osciló entre los 660 y 670 puntos. Es decir, estamos hablando de alumnos de elite en nuestro medio nacional.
En cuanto a la procedencia de los estudiantes evaluados, un 30% proviene de colegios municipales, un 36% de establecimientos subvencionados y un 34% de particulares pagados. Lo que refleja una mesa educacional de tres patas, donde todas cojean parejito. No se puede culpar a la mala formación otorgada por los establecimientos municipales, en un extremo, respecto a los particulares, en otro.
Pero ojo, todos cumplieron bien lo que se les pedía: colocar a sus alumnos en la Universidad, a través de un buen puntaje. Éxito, lo lograron, felicitaciones!!! Lo malo es que cuando se sincera el aprendizaje logrado por aquellos alumnos, con pruebas como la reseñada, se demuestran las falencias; en especial, una triste y compleja para la sociedad: no comprenden lo que leen. Seguramente, todavía en los colegios de origen siguen descorchando champaña por su triunfo y el cumplimiento de las metas impuestas. Las estadísticas avalan ese éxito, que se traduce en matrículas altas y mensualidades más caras tanto en colegios como en preuniversitarios. Una vez más, las estadísticas o lo que algunos se ufanan en presentar como “datos duros” no bastan para explicar lo ocurrido.
¿Esto es nuevo? Para la Universidad de Chile sí; pero para el país no. Sólo un botón de muestra.

 
Leer más  http://apc.ubiobio.cl/noticias/view_vistas.shtml?cmd[18]=i-26-cd49b6c17c94c3bf4a0c57e5b4715a25

4 comentarios:

  1. Creo que un docente que no siente gusto por la lectura, dificilmente podrá transferir ese deseo a sus alumnos, reencantemonos con el gusto por el arte, ciertamente una de las carencias que se observan en el gremio docente chileno, es que gozan de muy poca cultura general. como entonces influenciar a los niños....partamos mejorando por casa

    Evelyn Armijo

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  2. Así es administrador, lo que nos deja contentos es que muchas personas como nosotros estamos haciendo conciencia de lo importante que es no mecanizar el proceso de lectoescritura, para no seguir con noticias como éstas, que dan cuenta que los años de escolaridad no sirven de nada si no se entregan con sentido y producción de nuevos conocimientos o escritos, incentivando también con esto la imaginación y la creatividad que tanto se deja de la lado en nuestras escuelas, ya que lamentablemente esas habilidades no son medidas.

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  3. como enseñamos si no leemos, es deprimente saber que los docentes son los que menos leen y como queremos lograr que nuestro niños lean si nosotros no tenemos el hábito de leer, para ello debemos plantearnos interrogantes como ¿qué hago yo como docente para fomentar la lectura? o ¿estoy planteando bien mi objetivos hacia los niños? creemos que para enseñar primero hay que aprender y eso lo da el leer y comprender para poder llevar a la práctica.

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  4. Lo deprimen es por esos niños que se pierden la aventura de leer y escribir, como algo maravilloso que tenenmos entre tantos acontecimientos negativos, es no permitirles expresarse y volar a través de esta magia, ya que muchos maestros repiten lo que les entregaron a ellos, un proceso aburrido y mecánico, se debe terminar ese círculo haciendo conciencia de lo que queremos proyectar.

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